miércoles, 15 de mayo de 2013

La arena nos cuenta todo.


Tengo algunas fotografías de marcas en las dunas del delta del Ebro. La arena es tan fina que ningún animal se puede desplazar por ella sin dejar constancia de su paso. Es por ello, que cuando se ven las dunas, aparecen huellas extrañas que a menudo hay personas que no pueden identificar. En la arena, no se pueden apreciar las almohadillas ni los detalles de las plantas de los pies de los animales, y además como su superficie suele estar dispuesta en pendiente todavía es más difícil la identificación. No obstante, los grupos de huellas típicos nos dan las pistas suficientes para poder identificar algunos de los rastros. He elegido una fotografía en la que aparecen tres rastros diferentes. Uno, el más evidente es el que ha dejado una lagartija al desplazarse corriendo por la superficie. En algunos puntos la cola ha dejado una ligera impresión en el suelo. Es difícil poder hallar este tipo de rastros en cualquier otro sustrato diferente, salvo en el polvo movido de los caminos forestales.
Cruzando de izquierda a derecha obre el rastro dejado por la lagartija, vemos la sinuosa doble línea orlada de puntitos que es el rastro típico que deja el desplazamiento de un escarabajo. Aún podemos identificar otro tipo de rastro que sin duda ha sido dejado por un diminuto ser que se desplaza bajo la arena, pero este no lo tengo fichado. Habrá que esperar a pillarlo “in fraganti” y sacarlo de su mundo subterráneo para poder identificarlo…

2 comentarios:

  1. Hola Carlos, he hecho un recorrido por tu blog y me ha resultado muy interesante, espero que pilles a ese ser subterráneo para identificarlo y sacarnos de dudas. ( Enhorabuena )
    Un Saludo.

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